¿Necesitas una desintoxicación emocional? Aquí hay tres formas de limpiarse de las emociones atascadas para que puedas ser libre de procesar tus sentimientos de una manera saludable.
Las emociones son uno de los regalos de la vida; nos ofrecen una manera de experimentar el espectro completo de lo que significa estar vivo. Cuando tenemos una relación saludable con nuestras emociones, podemos apreciar lo que cada una de estas tiene para ofrecer, desde la tristeza hasta la alegría.
Si te encuentras reaccionando de forma exagerada a las situaciones o retirándote, es posible que desees considerar una limpieza emocional.
¿Qué es la desintoxicación emocional?
Sherianna Boyle , profesora de psicología, ofrece un camino detallado de cómo desintoxicares emocionalmente en su libro «Desintoxicación Emocional».
La idea detrás de una desintoxicación emocional, según Boyle, no es librar a tu cuerpo de lo que puedes considerar emociones negativas, sino más bien eliminar las que se han estancado o atascado, dejándote libre para poder procesar y experimenta todas tus emociones de una manera saludable.
Así como una limpieza física puede ayudarlo a digerir mejor los alimentos, una limpieza emocional puede ayudarlo a digerir sus experiencias emocionales. Las emociones pueden atascarse debido a traumas, apegos poco saludables o resistencia a ciertas emociones, generalmente porque no tenemos las herramientas para manejarlas.
«Curiosamente», escribe Boyle, «a medida que digerimos todas nuestras emociones, mejora nuestra capacidad de empatizar con los demás sin pasar a la reactividad».
Tres pasos para desintoxicar tus emociones
Boyle sugiere que para hacer una limpieza emocional, primero debe preparar su cuerpo físico. Cosas como el movimiento diario, mantenerse hidratado, dormir lo suficiente, comer sano y limitar el alcohol y la cafeína son pasos importantes.
Una vez que hayas preparado tu cuerpo físico, Boyle ofrece este proceso de tres pasos y prácticas sobre cómo desintoxicar sus emociones:
1. El primer paso se trata de hacer espacio para que puedas trabajar más claramente con tus emociones. Una parte importante de este paso es descubrir qué es lo que desencadena esa emoción y dónde se vuelve especialmente reactivo en tu vida. Una vez que note lo que activa su sistema nervioso (esa sensación de lucha o huida), puede comenzar a encontrar formas de calmarse.
Practica: Se sugiere estimular el nervio vago a través del ejercicio, el yoga, la oración, los abrazos o la risa.
2. Mira hacia adentro. Boyle describe la diferencia entre la autorreflexión y la autoconciencia en este paso, siendo la autorreflexión un proceso mental y la autoconciencia un proceso sensorial. Ella describe un espacio entre los dos como un lugar importante del cual estar consciente. “El proceso de mirar hacia adentro”, escribe, “se trata de cerrar la brecha, enfrentarte a tu acosador interno (ego) y dejarte sentir el temblor mientras te permites recibir la bendición de tus emociones crudas”.
Practica: La forma de crear un puente entre los dos es crear un diálogo saludable con tu cuerpo, notando las sensaciones de tu cuerpo como retroalimentación a la auto-indagación respetuosa.
3. El tercer paso se trata de crear una relación con el momento presente, liberar el miedo y crear límites internos. Boyle escribe: «El proceso de emisión no se trata de deshacerse de la reactividad, sino de transformarla en algo nuevo».
Práctica: Se recomienda hacer meditación. El sonido «hum», liberado en un ruido largo y lento, funciona como una forma de dejar de lado las sensaciones reactivas y crear «una sensación de seguridad, estabilidad y fuerza».
Cómo mejorar tu desintoxicación emocional
“Las desintoxicaciones emocionales se mejoran al aumentar el acceso a las emociones”, escribe Boyle. La clave aquí es estar abierto a ellas.
Cuando bajes tus niveles de reactividad a las emociones y experiencias, estarás más dispuesto a experimentar la profundidad de tus sentimientos, lo que te permitirá tener una experiencia más real de tu vida y una conexión más profunda con las personas en ella.
