Viaje astral: cómo viajar al plano Astral
El viaje astral es una forma de abandonar el cuerpo físico y viajar a los planos astrales con el cuerpo astral. El plano astral mide vibraciones mucho más elevadas que el plano terrestre. Según los expertos, la proyección astral es una cualidad natural que todos poseemos en la infancia y que perdemos con la edad. Sin embargo, todos los adultos realizan viajes astrales en sueños. Sin embargo, la mayoría de las personas no se dan cuenta de esto, porque en ese momento el cuerpo físico simplemente descansa.
Viajes Astrales: La Experiencia de Salir del Cuerpo y Explorar el Alma
Durante siglos, personas de diversas culturas y tradiciones espirituales han sentido fascinación por los viajes astrales: la misteriosa capacidad de separar la conciencia del cuerpo físico para explorar planos más sutiles de la existencia. Algunos lo llaman proyección astral, otros viaje del alma. Sea cual sea su nombre, esta práctica ofrece una ventana hacia los mundos invisibles, donde el alma experimenta su verdadera libertad y conexión con el universo.
¿Qué es un Viaje Astral?
Un viaje astral es una experiencia extracorporal (EEC) en la que la conciencia parece abandonar el cuerpo físico y desplazarse a otro plano de realidad: el plano astral. En este estado, el cuerpo permanece inmóvil y en reposo, mientras la mente o “cuerpo sutil” puede desplazarse, observar o interactuar con otras dimensiones.
Durante el viaje astral, muchas personas reportan sensaciones de ligereza, vibraciones, sonidos intensos o la visión de su propio cuerpo desde arriba.
Separación de la Conciencia
La separación de la conciencia no es una desconexión definitiva, sino una expansión del ser. Es como si la mente se liberara temporalmente de las limitaciones físicas para explorar otros niveles de percepción. En este proceso, la energía vital (o prana) se mantiene unida al cuerpo físico por un hilo energético llamado cordón de plata, que asegura el retorno seguro al plano material.
Tipos de Experiencias Astrales
- Durante o cerca del sueño: Ocurren en el estado hipnagógico, entre el sueño y la vigilia.
- Experiencias cercanas a la muerte (ECM): Donde la conciencia se expande más allá del cuerpo durante situaciones críticas.
- Inducidas conscientemente: A través de meditación profunda, relajación guiada o prácticas esotéricas específicas.
Cómo Viajar al Plano Astral
El acceso al plano astral requiere preparación, calma mental y apertura espiritual. Algunas técnicas comunes incluyen:
- Meditación profunda: Calmar la mente y expandir la conciencia.
- Relajación progresiva: Permitir que el cuerpo entre en un estado de reposo total.
- Visualización guiada: Imaginar la elevación del cuerpo astral sobre el cuerpo físico.
- Vibración energética: Sentir una expansión energética antes de la separación.
Se recomienda practicar en un ambiente tranquilo, con luz tenue, sin distracciones, y preferiblemente antes del amanecer, cuando la mente está más receptiva.
¿Es Posible el Viaje Astral?
Desde una visión esotérica, sí. El viaje astral es una experiencia natural del alma, posible para todo ser humano que desee explorar su dimensión espiritual. Desde una perspectiva científica, puede interpretarse como un fenómeno de conciencia expandida o una experiencia lúcida intensa.
Sea como sea, lo importante no es demostrarlo, sino vivirlo conscientemente: conectar con la esencia del ser y descubrir que nuestra existencia no se limita al cuerpo físico.
Cuales son las diferencias entre el viaje astral y la visión remota
1. Viaje Astral: Desplazamiento de la conciencia
El viaje astral (también llamado proyección astral o experiencia extracorporal) implica la separación temporal de la conciencia del cuerpo físico.
Durante esta experiencia, la persona siente que abandona su cuerpo y se traslada con su “cuerpo astral” «una forma energética o sutil» hacia otros planos de existencia, frecuentemente llamados planos astrales o espirituales.
En este estado, el individuo puede explorar lugares físicos y no físicos, interactuar con entidades espirituales o visitar dimensiones simbólicas del alma.
La sensación suele ser vívida y tridimensional, con percepción sensorial completa, y el retorno al cuerpo físico ocurre de manera natural, manteniendo un “cordón de plata” energético como vínculo entre ambos planos.
2. Visión Remota: Expansión de la percepción
La visión remota, en cambio, no implica salir del cuerpo. Es una técnica de percepción extrasensorial consciente donde la mente “viaja” o se enfoca en un lugar, persona u objeto distante sin mover el cuerpo físico.
El sujeto permanece despierto, generalmente en un estado de concentración o meditación profunda, y recibe imágenes, símbolos o impresiones mentales de lo que percibe.
Esta práctica ha sido utilizada tanto en contextos espirituales como en investigaciones científicas
La visión remota opera en el plano mental o psíquico, no en el plano astral.
Caminatas entre planos en la cosmología
Las caminatas entre planos en la cosmología esotérica representan el tránsito consciente del alma a través de distintos niveles de existencia, más allá de la realidad física. Estos planos «material, astral, mental y espiritual» forman parte de una estructura energética del universo donde cada dimensión vibra en una frecuencia diferente. Durante un viaje astral o meditación profunda, el individuo puede “caminar” entre estos planos, experimentando una expansión de la conciencia que trasciende el tiempo y el espacio. En este recorrido, el alma reconoce su naturaleza multidimensional, comprendiendo que la realidad visible es solo una capa del vasto tejido cósmico. Estas caminatas interplanares no solo revelan la conexión entre el microcosmos humano y el macrocosmos universal, sino que también invitan al buscador a integrar lo aprendido en los planos sutiles dentro de su vida terrenal, alcanzando una mayor armonía entre cuerpo, mente y espíritu.
Conclusión: El Alma que Despierta
El viaje astral no es una evasión, sino una vía de autoconocimiento y despertar. A través de la práctica constante y el respeto por las leyes espirituales, podemos aprender a explorar los mundos invisibles, comprender los mensajes del alma y acceder a una sabiduría que trasciende la mente racional.
Cada experiencia es única, pero todas comparten una verdad esencial: somos más que materia; somos conciencia en expansión, viajando eternamente entre planos de luz y energía.