«En la lengua del Antiguo Egipto, la frase que designa el lenguaje escrito significa literalmente «la lengua de los dioses». En un mito, el Dios Toth discute su invención de la escritura con Amón, quien le refuta con estas palabras:
«Tu hallazgo fomentará la desidia en el ánimo de los que estudian, porque no usará de su memoria, sino que se confiarán por entero a la apariencia externa de los caracteres escritos y se olvidarán de sí mismos. Lo que tú has descubierto no es una ayuda para la memoria, sino para la rememorización, y lo que das a tus discípulos no es la verdad, sino un reflejo de ella. Serán oyentes de muchas cosas y no habrán aprendido nada; parecerán omniscientes, y por lo común ignorarán todo; será la suya una compañía tediosa porque revestirán la apariencia de hombres sabios sin serlo realmente»
Fragmento tomado del libro: Los dragones del Edén. Carl Sagan.